Desde la logística hacia la e-logística
En la última década el comercio electrónico ha conseguido afianzarse como uno de los actores económicos que han registrado una mayor tasa de crecimiento. Un crecimiento espectacular para nuestros tiempos, que son consecuencia directa de la rápida adaptación y evolución de la mayoría de los agentes implicados en el desarrollo de este canal.
Desde mediados de los 90s hasta hoy en día, el ecommerce ha sufrido una “reinvención” y los cambios sufridos han conseguido consagrar al comercio electrónico como uno de los puntales de la economía española, europea y mundial.
Los consumidores se han despertado y están concibiendo Internet como el medio natural para realizar sus compras. Actualmente, ya a nadie le extraña que podamos adquirir online desde productos básicos de primera necesidad, ropa o medicamentos hasta obras de arte, tratamientos de cirugía estética, juguetes eróticos o estiércol de rinoceronte. Si, estiércol de rinoceronte, que se podía adquirir por eBay hace unos años como parte de una campaña de concienciación lanzada por la “International Rhino Foundation” para recaudar fondos.
En definitiva y simplificando mucho, el entorno digital es un canal de compra/venta sin barreras físicas donde se puede comercializar cualquier tipo de producto.
Una realidad que, en gran medida, es posible debido a la revolución de la “logística” hacia la “e-logística”.
La e-logística es uno de los puntos clave para una tienda online que desea ofrecer a sus clientes no sólo un producto y servicio de calidad, sino también una experiencia de compra excelente. En otras palabras, hace posible que una caja de bollería llegue rápida, en buenas condiciones y a un precio razonable antes de la hora del desayuno. De este modo permite a un negocio online no solamente salvar las desventajas con respecto al horno de la esquina, sino aportar un valor añadido. La e-logística ya es una parte capital del negocio, al mismo nivel que la usabilidad de la web o la calidad del producto: una mala experiencia con el envío hará que el cliente no vuelva nunca más.
Para muchos la e-logística es la parte más física del ecommerce, un proceso que comprende varias etapas entre cuáles destacamos algunas como: almacenaje, distribución, picking, sistemas de información o gestión del stock.
- Gestión del stock: es uno de los aspectos con mayor importancia para una buena gestión financiera. Normalmente las tiendas online suelen optar por integrar su gestión del stock con su propio ERP. De esta manera, pueden controlar en tiempo real la disponibilidad de sus productos. Resulta imprescindible para cualquier modelo que comercialice productos perecederos.
- Sistemas de información: cualquier tipo de transacción entre cliente, tienda y proveedor debe estar conectada por un sistema. La información siempre debe estar disponible en cualquier momento para el personal de logística que la requiera.
- Distribución: contar con un operador logístico de confianza es como tener un seguro de vida obligatorio. Tener la garantía de realizar la entrega de los pedidos en óptimas condiciones y en el tiempo acordado es necesario para conseguir la satisfacción del cliente.
- Almacenaje: los grandes stocks generan grandes costes, por lo que hay que buscar fórmulas que lo eviten. Existen varios operadores logísticos que ofrecen en su servicio de logística integral la posibilidad de externalizar el almacenamiento y gestión de stock.
Es importante recordar que sobre finales de los años 90s, cuando el ecommerce estaba empezando a consolidarse, el sector de la logística se mostró reticente en una primera fase. Como tantos otros, no eran capaces de percibir el valor de negocio y tampoco estaban capacitados para afrontar las barreras, hoy en día ya superadas, que se planteaban en aquel momento. Sin embargo, conforme el ecommerce empezó a madurar y las barreras empezaron a desaparecer, el sector logístico descubrió no sólo una gran oportunidad de negocio, sino su razón de ser en el futuro.
Mientras los bancos siguen tratando el ecommerce como una rama de negocio residual, dando prioridad a productos anticuados que no favorecen un crecimiento real de la economía, los partners logísticos se han adaptado al nuevo modelo de negocio. Han desarrollado desde innovadores sistemas de tracking hasta la gestión integral del stock.
Antes, la logística no era percibida más allá de ser un servicio post-transacción inevitable para el vendedor. Ahora, ha pasado a formar parte fundamental del proceso de venta, transmitiendo los valores de la empresa en la misma medida que la comunicación en redes sociales o la experiencia web.
Hoy en día, elegir un proveedor en este sector ha de estar en consonancia con la imagen que queremos proyectar al consumidor. La decisión final se convierte en un factor estratégico.